Ultha – All That Never Has Been True
Morito Ergo Sum
La composición musical tiene algo de alquimia. La transmutación de notas y sonidos en un elemento con características únicas, requiere de procesos largos y complejos. No obstante, intervienen factores subjetivos y circunstanciales que hacen de cada obra algo diferente, incluso si se han seguido normas de creación idénticas. Las miles de variables, las singularidades temporales, materiales y personales conforman un algoritmo indescifrable. La mezcla y combinación de todos ellos, amalgamados por ese intangible que es el talento, hace que cada obra sea un cosmos en sí mismo.
Ultha pertenece a un selecto grupo de bandas en el que toda esa magia formulaica ha encontrado la forma y la proporción justa. Cada álbum que el quinteto alemán alumbra, contiene su sello innegable, un distintivo sonoro reconocible que parte desde una atmósfera entre la oscuridad y lo onírico. Su forma de expresarse, sin ser jovial, no transmite abismos insondables de desesperación, sino más bien la densa inmensidad intelectual que representa la existencia.
All That Has Never Been True se yergue con la misma contundencia y clarividencia que sus predecesores. Su estructura se divide en dos partes idénticas, cada una de ellas con una pista que supera los cinco minutos de duración, seguida de otras dos por encima de los 10 minutos, unidas ambas por un interludio instrumental.
Tanto Dispel como Carrion (To Walk Among The Spiders), se sirven de un black metal más directo, aunque nunca plano. Debido a su menor duración, mantienen una alta intensidad que predomina sobre la atmósfera. Es en los cuatro temas más largos del álbum en los que se despliega todo el poder compositivo. Cada uno de ellos tiene una propia personalidad, fluyendo de manera absolutamente elegante y y orgánica. Cada uno de los pasajes y secciones tiene un sentido propio, huyendo de los recursos genéricos que puedan resultar familiares. Ultha ha alcanzado ese punto de creatividad exacto en el que imprime su propio carácter a cada una de las notas del álbum, sin temor a explorar otros territorios musicales que enriquecen la mezcla. Con un espíritu eminentemente atmosférico, podremos encontrar pasajes viscerales y fríos, otros más cercanos al post black o lentos y densos que se acercan al doom.
Sin dar la impresión de ser un álbum experimental o demasiado ecléctico, All That Has Never Been True posee una gran versatilidad, fruto de una libertad creativa absoluta cohesionada por una coherencia interna de una solidez abrumadora. Es esta una prueba definitiva de que Ultha ha alcanzado un nivel de madurez y simbiosis que se plasma en obras con un nivel de pulido tal que resulta difícil señalar imperfecciones evidentes.