Carrion Bloom – Sacraments of Pestilence
Carrion Bloom es un trío procedente de Oakland, cuyos miembros participan en otros proyectos como Exulansis, Akatharsia o Tired Lord. A mediados de 2022 lanzaban su segunda demo, Sacraments of Pestilence, via Transylvanian Recordings.
La portada forma un tríptico asimétrico, inmediatamente identificable con la carátula de un cassette. Una pequeña casa de madera en estado ruinoso, el blanco y negro de fuerte contraste y el enrevesado logotipo de la banda coronando la imagen, emanan ya un aroma inconfundible a sonido clásico.
Los primeros acordes de “Dissolutus” muestran una traicionera dirección hacia el black metal atmosférico, que en pocos segundos se transforman en un eléctrico black metal impregnado de los frenéticos ritmos del crust punk. La intensidad se mantiene intacta a lo largo de sus cuatro minutos, en los que los shrieks muestran un desgarrado dramatismo que se clava en el interior de los oídos.
“Watery Graves for the Wretched and Virtuous” nos lleva directamente a los gélidos y desolados territorios de la second wave. No tardaremos mucho en descubrir que las guitarras poseen el inspirado don de crear melodías cautivadoras, que se mantienen merodeando por los rincones del del subconsciente una vez cesa el sonido. Arrastrando las notas o haciendo uso de una repetición moderada e incluso acompañándose de un coro poco habitual en el género, alcanzamos casi los siete minutos de duración, convirtiéndose en la pista más larga.
“Deformed Progeny of Narcissus” vuelve a ejecutar una suerte de trampantojo musical, con un riff digno del stoner más desértico, para reconducir nos momentos después hacia el machacón medio tiempo que parece deseoso de explotar en un furioso blast beat. No será el único señuelo musical, pues en momentos puntuales, repartidos a lo largo del ep, escucharemos esa particular distorsión que conduce la mente hacia el stoner o el sludge. De alguna forma, el acierto a la hora de encajarlo, produce una cierta disonancia cognitiva agradable, que sorprende y dota de personalidad a la mezcla.
Con “Further Down the Hall” e “Into the Lungs of Lambs”, vuelven a aumentar las revoluciones y nos permite disfrutar en todo su esplendor de la enormidad del sonido de Carrion Bloom. La intensidad es abrumadora y el aroma a escharcha y óxido no impide la convivencia de las voces sumergidas en un eco abisal, un bajo siderúrgico y una percusión inmisericorde, con melodías memorables y accesibles. El broche final lo pone “Bitter Chalice”, irrumpiendo ruidosamente en el black punk en corte más breve y directo.
No tengo tendencia a detenerme en cada pista de un álbum a la hora de analizarlo. Prefiero escribir acerca de las sensaciones generales que me produce al oírlo y no del detalle, pero “Sacraments of Pestilence” es un caso particular. Su estilo es directo, conciso, incluso en el tema más largo del álbum no se detiene en fusiones estilísticas y requiebros estructurales. No obstante, está salpicado de detalles que muestran una composición concienzuda en absoluto improvisada. Un coro de punk pasado por el filtro extremo del black metal, un acorde camuflado, un sorpresivo teclado o el sutil cambio de registro vocal, que oscila con solvencia desde el black hacia el punk sin cambios realmente bruscos, construyen una obra intensa, que busca por momentos un éxtasis épico al tiempo que muestra un punto macarra con la justa dosis de lóbrego dramatismo.
