PROFECIUM – Pioneros del Red & Anarchist Black Metal

Hoces, martillos y cruces invertidas

Aquellos de vosotros que seguís las publicaciones de Ateneo Oculto, bien sabréis que una parte de nuestros contenido explora el Red & Anarchist Black Metal. Bajo su acrónimo RABM se ubican todas aquellas obras de black metal que enfocadas más o menos explícitamente desde las diferentes ideologías de izquierda, especialmente el anarquismo y el comunismo. Ya desde el nacimiento de la second wave of black metal y el Inner Circle, no precisamente caracterizado por su progresismo, suele referenciarse a Euronymous como defensor del comunismo en oposición al conservadurismo reaccionario de Vikernes.

Lo cierto es que, más allá de las opiniones que en Euronymous pudiera tener en privado, su defensa de dictaduras mal llamadas comunistas parece que surgiera de una elección más estética que ideológica, acompañando una intención de escandalizar que no se compadece con una ideología política real. Probablemente fuera otra muestra de que gran parte de aquella generación, obviando su legado musical, estaba compuesta por jóvenes que eran hijos de su tiempo: sociedades con una calidad de vida alta pero, de alguna manera, no supieron ver la insatisfacción que invadía a unos jóvenes que no alcanzaban a encontrar un propósito para sus vidas. Esto daría para un debate largo y extenso que no vamos a abordar en esta ocasión, porque la gran variedad de matices y la profundidad de sus implicaciones escapa a la extensión de un mero artículo.

Fuera de estas consideraciones, todavía no existían bandas que se posicionaran explícitamente en una ideología de izquierdas. Por supuesto el punk ya contaba con un auténtico ejército de músicos comprometidos e incluso en el heavy metal no era extraño encontrarse ciertos mensajes políticos. Pero el black metal era un movimiento relativamente joven y aún ocupaba un estadio seminal en el que nadie se había atrevido a romper sus fronteras estilísticas. Aquellos profetas de la intrínseca maldad del black metal, que proclaman la única verdad desde su montaña, quizá ignoren que en plena expansión de la second wave, un grupo argentino fue pionero en la politización del black metal.

Procedente de Isidro Casanova, provincia de Buenos Aires, los integrantes de Profecium supieron ver las conexiones entre el satanismo ateísta, en tanto que negación de los valores conservadores del catolicismo, y las ideas revolucionarias del socialismo, negación a su vez de las ideologías reaccionarias y el carácter inherentemente opresor del capitalismo.

Fundados en 1993, grabaron una demos al año siguiente. Satanás era una muestra más o menos canónica del satanismo sonoro, con sus alabanzas a Satán y todo un elenco de conceptos oscuros como muerte, guerra, dolor y un largo y penoso etcétera. Socialismo Satánico, en cambio, incorporaba de lleno un discurso político revolucionario.

“Intro – Declaración de Principios” comienza exponiendo un manifiesto ideológico extenso, que finaliza de manera contundente:

“Para avanzar hacemos un llamamiento a poner en pie un movimiento por un nuevo partido de trabajadores revolucionarios, los trabajadores no tenemos fronteras, solo cadenas que destruir, clamamos por la sangrienta y satánica revolución socialista mundial, para aniquilar este sistema imperialista responsable de todas las cristiandades que hoy sacuden a esta repodrida humanidad, el hambre, la miseria, la desocupación; la guerra.
Siendo así este bestiario movimiento esta por la reconstrucción de un partido mundial de la revolución social”.

La confrontación con la religión católica es constante y sus mensajes contra ella son constantes, como en este fragmento de “Dios explotador“:

“En el nombre del patrón engaña, esclaviza
y atormenta a los fieles
Por eso nuestro paso por estas tierras
Es predicar y actuar
Contra el bien de la opresión
A la bestia, venganza
Nuestra misión es acabar con Dios explotador”.

Por su puesto no faltan las referencias a la burguesía y el capital, sublimadas todas ellas en “Inquisidor imperial”.

“Feudalismo
Burguesía
Capital
Imperialismo
La herramienta es la dictadura
Todo el sistema anular
Maldito sea
El sistema explotador
Maldito sean sus practicantes”.

Con un total de 11 pistas y algo menos de 40 minutos, Profecium puso la primera piedra de un movimiento que solamente ahora, más de dos décadas después, comienza a tener un poder real para cambiar la escena del black metal, corroída y parasitada por las ideas nazifascistas y la pusilánime indiferencia del extremocentrismo. “Outro – Blackers Fascistas” ponía el broche con una muestra del carácter visionario de su obra, que cobra hoy mayor relevancia que nunca:

“A las bandas fascistas
que dicen hacer black metal:
Debemos al cristianismo
las tres enfermedades del alma:
La fe.
La caridad.
La esperanza.
De ellas vienen las mierdas del cuerpo:
La tradición.
La propiedad.
La familia.
Rascista.
Fascista.
Asesina.
Maldigo al imperio Dios.
Maldigo el burgués
que no vale el excremento de un obrero.
Black metal.
Anticristo.
Antinazi.
Antiburgués.
Tú y tu secuaces capitalistas
manchan y bendicen con su payasada
lucrativa
y fascista al verdadero satanás.
Son ustedes
y su padre Hitler,
católico,
bastardo,
hijo de una ramera judía.
Los que tienen los días contados
cuando el proletariado
tome el poder,
nos veremos frente a frente
y veremos
en cuál de las dagas
brillará
la sangre”.

Todo apuntaba a que sería este el único manifiesto, que quedaría grabado en la historia de la música del metal, con letras sutiles y humildes, pero imborrables. No obstante, en 2014 veía la luz un segundo trabajo. Con un cambio de formación casi completo, En los Albores de la Extinción Humana contaba con una mejora evidente en la producción, mostraba una mayor madurez al tiempo que sus letras, sin perder ni un ápice de carga ideológica, se mostraba más poética y compleja:

“Se me acaba el aire, nadie escucha el clamor de la muerte.
Ella arrastra sus cadenas y encandila el sonido con su aliento,
sabe que nos va a vencer, que hemos sido una raza idiota
que no se deshizo de los tiranos y pereció en sus guerras y
los cambios climáticos.

Siempre supo del tiempo que nos daba
y la rápida traición de los que se vendieron y nos entregaron.

La muerte está feliz y tardará en cansarse de besarnos.
Asolará nuestro tormento zambulléndonos en el dolor infinito

Fluctuará de un lado y del otro del dolor
proyectara una injusticia tras otra.”

 

Socialismo Satánico es una obra que destila un poderoso y extraño encanto. Destila rabia sin refinar, una espontaneidad absoluta y sus problemas técnicos o compositivos se advierten más como una herida de guerra que un hándicap artístico. Ninguna obra posterior y mucho menos con tantos años de diferencia, podría haber replicado aquello sin resultar ridículo o paupérrimo, pero En los Albores de la Extinción Humana consiguió expandir el universo de Profecium de forma muy notable. Llegó para coronar una obra que, de alguna manera, parecía haber quedado inconclusa.

A día de hoy, la banda no ha comunicado su disolución, por lo que no sería extraño encontrarnos alguna sorpresa en años venideros. Hasta que ese momento llegue, si lo hiciera, podemos disfrutar de su oscuro crisol, en el que se decanta el satanismo subertivo, el black metal combativo y los sueños de una revolución que transforme nuestro mundo.

La lucha será tan dura que espero sepan disculpar tan naif conclusión.

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