Aleah – Aleah
Manifiesto póstumo
Aleah Starbridge nació en el año 1976 en Sudáfrica, aunque vivió la mayor parte de su vida en Suecia. Allí, en Örebro, fallecía a causa de un cáncer en 2016, con tan sólo 39 años.
Unos meses después vería la luz el segundo álbum de Trees of eternity, proyecto que había fundado con su compañero sentimental Juha Raivio (Swallow the sun). En 2017 Raivio crearía Hallatar en su recuerdo, utilizando los poemas que ella había escrito como letra para las canciones.
Pero éste no sería el último homenaje que recibiría, ya que el pasado 1 de Julio veía la luz Aleah, su álbum póstumo. Contiene dos partes diferenciadas, dos caras de la memoria de una artista cuyo recuerdo llamea una vez más en el presente gracias a las personas que en vida la acompañaron.
La primera parte se compone de nueve canciones acústicas compuestas originalmente en 2007. Con poco más que los delicados acordes de una guitarras y la aterciopelada voz de Aleah se construye un primer acto cargado de emocionalidad, tan etéreo y tenue como su propia voz. Casi como un caricia cantada, transmite una vívida intimidad y emana una nostalgia profunda y honesta.
La segunda parte no difiere en exceso del tono previo aunque añade algunas capas a su sonido, arreglos ambientales, algún toque electrónico, el uso puntual de instrumentos de viento y cuerda y la colaboración de Alinah en “Sacrifice”. En el inicio de este mismo tema se puede escuchar el lejano relincho de Phoenix, el que fuera su caballo.
“Inverted enlightenment” pasa por ser el momento más emotivo del álbum. Siendo una de las últimas canciones que compuso, parece que aborda la reflexión ante la inevitable certeza de su propia muerte. La mezcla de melancolía y serenidad que impregna su voz es una espina larga y filosa que se clava muy hondo.
“Too late, I fall in love again
with a wraith,
colliding forces I amend.
Through the pain
can I annihilate this end,
to a means where I’m condemned
to reconcile my fate”
Esta sensación de emocionalidad a flor de piel es una constante durante todo el álbum. Guarda un carácter reflexivo y filosófico desde el que aborda una gran variedad de emociones y pensamientos a través del cual se puede hilar levemente una parte de la urdimbre interior que vivía en Aleah. Plasmado en este manifiesto póstumo, es un recuerdo amargo de nuestra propia mortalidad, pero también una hermosa y profunda muestra de amor que habla de la memoria que dejan atrás los muertos y las ausencias que germinan en quienes siguen adelante.
