Deathwhite – Grey Everlasting

2022 supone el décimo aniversario de la banda estadounidense Deathwhite. Su segundo álbum nos impactó de manera notable allá por el convulso año 2020. Grave Image recuperaba un doom melódico de pulcra producción y el marcado carácter de la profunda y nostálgica voz de LM. Los de Pittsburgh lo celebran con el tercer álbum de su trayectoria, Grey Everlasting, culminando un proceso de crecimiento que ha completado sus etapas con pausada minuciosidad.

Tras “Nihil”, una introducción ambiental que nos sumerge en un estado de tensa expectación, se revela un paso más en la evolución estilística de Deathwhite. Una de sus grandes cualidades es el manejo de los tiempos y su gran capacidad para mezclar secciones agresivas con otras lentas y melódicas. Esto se ve reflejado en la propia “Earthtomb”, que sorprende con uno de los inicios más extremos que hemos oído de la banda, para después abandonarnos a la melancolía.

A pesar del torrencial inicio, se hace evidente un viraje hacia posiciones más melódicas y pausadas respecto a su trabajo previo. “No Thought or Memory”, “Quietly, Suddenly” y sobre todo “Grey Everlasting“, redundan en esta idea de abrazar esta vertiente más lánguida en la línea de los últimos Katatonia. “White Sleep” retoma la contundencia, encendiendo brevemente el ánimo, para de nuevo apagarlo prácticamente hasta el final del álbum. En los momentos más pesados nos ubicamos, instrumentalmente, entre la viva tristeza de Ghost Brigade y la languidez de Swallow the Sun, con ciertos destellos extremos que nos sitúan en territorios cercanos al death melódico.

Grey Everlasting es un álbum frío. No golpea el pecho ni altera las pulsaciones, y no parece que ése sea el objetivo para el que ha sido compuesto. Las tenues melodías, la voz equilibrada, profunda y carente de inflexiones, junto a la gélida pulcritud con la que se engarza cada uno de sus elementos, convierten el álbum en una suerte de trance melancólico.

La reciente pandemia, más allá de su alta mortalidad, no ha sido sino una luz abrasadora que ha puesto de manifiesto algunas bondades del ser humano, pero también ha revelado la crueldad del sistema socioeconómico en el que vivimos, que millones de personas se negaban a aceptar. Todo vestigio de carácter humanista que habitara en los álbumes previos, desaparece en ahora, sepultado bajo un amargo caudal de sufrimiento, decepción y pesimismo.

De alguna manera, se intuye que Grey Everlasting es el definitivo intento de auto-conservación ante la amenaza de una quiebra interior: dejarse llevar por la torrencial oscuridad, flotando en su densa corriente sin hundirse, hasta que el tiempo o la conciencia nos arroje a alguna playa donde la arena y la sal no hayan consumido la esperanza.