Galdr – Galdr
Reedición y resignificación
No creo en palabras como redención, expiación o perdón, especialmente cuando hacen alusión a la experiencia vital. Son conceptos unidimensionales, planos y simples, que hacen orbitar el cambio personal y desarrollo interior alrededor del juicio de otra persona, obviando el proceso introspectivo que requiere transitar de un lugar a su opuesto.
En cambio creo en las ideas de crecimiento, desarrollo o autodescubrimiento, mucho más justas y precisas a la hora de describir la dura lucha interna que ciertas personas han de librar hasta encontrar su verdad.
El caso de Draugr se ha convertido en todo un fenómeno, que además auguro se convertirá en toda una bandera contra el fascismo y los discursos de odio. El alma mater detrás del proyecto Galdr, formó parte de la escena del NSBM durante años, sacando tres discos con el sello Darker Than Black, que desde aquí os animamos a boicotear, dado que su principal fuente de ingresos es el lanzamiento de bandas de ideología nazi y fascistas.
En un largo y, con toda seguridad, duro proceso interior, Draugr se fue alejando de tales posiciones hasta romper finalmente con dicho sello. Su increíble viaje le ha llevado a ser hoy a enarbolar con orgullo la bandera del antifascismo, fundando proyectos como One Void Collective y colaborando con otros que operan localmente para ayudar a los colectivos más desfavorecidos, sin distinción de clase, raza, credo o género.
Como parte de esta evolución, Unity Temple, el sello de vocación popular y estructura horizontal, ha sido el encargado de reeditar su primer disco, Galdr, editado originalmente en 2011. Esta histórica resignificación, permite reubicar su sentido pagano en una alabanza a la naturaleza de la que todos provenimos y a la que retornaremos, en forma de materia inerte, inexorablemente.
Galdr es puro black metal, directamente desenterrado de las cenizas del black noruego de los años 90. Su producción enfangada, los gritos ahogados y su atmósfera intensa pero gélida, resulta en una obra escalofriante y poderosa. Instrumentalmente es visceral, renunciando a laberintos de virtuosismo, para dejar que la ambientación y la emoción desatada tome las riendas compositivas. Los teclados aparecen ocasionalmente, pero con gran maestría, demostrando una poderosa capacidad para construir atmósferas y transmitir la sensación de gélida punzada inviernal.
En cierta manera se trata de un álbum tendente al minimalismo, sin grandes ornamentos, que se centra principalmente en crear un halo de sensaciones oscuras y pesadas. Tras la ambiental “Winter and Life”, “Futhark” inicia un viaje intenso y exaltado que elevándose hasta alcanzar su punto álgido de rabia con “Sköll`s Dream” y “Winter`s Spirit“.
“Into Unknown Mist“, soberbia y melancólica, supone un punto de inflexión en el que la intensidad comienza a decaer. Como presa del voraz invierno que entumece los músculos, Galdr va tornando minuto a minuto en algo más ambiental. Un de crescendo que conduce hasta caer por debajo del punto de congelación. Este símil que siempre sobrevoló mi imaginación al escuchar este disco, toma ahora un nuevo y poderoso significado. Una hermosa metáfora en la que el yo pretérito queda congelado en lo más crudo del invierno, hasta que la primavera derrita el hielo permitiendo renacer una nueva versión de sí mismo.
Una lección de vida y ética que es, por ventura, también un gran disco de black metal. Ya lo era hace nueve años, porque su emoción descontrolada y su carácter agreste y sombrío son parte de su composición primigenia. Esta reedición, no obstante, revela un estrato más que reinterpreta su mensaje, en el que la rabia y la agresividad no son un instrumento de opresión, sino de rebeldía, rectitud, inconformismo.