Landon Tewers – Ai640

Los proyectos paralelos suelen tratarse como algo secundario y en muchas ocasiones son vistos como una curiosidad para completista de una banda o artistas. Esta premisa se cumple especialmente cuando hablamos de nombres que no pertenecen a la primera línea (Rammstein–Lidemann, Tool –A Perfect Circle, Slipknot–Stone Sour), en cuyo caso pueden alcanzar casi tanta fama como su proyecto principal.

Sin embargo estas creaciones suelen ser más que un simple entretenimiento o “caras b”. A menudo ejercen un papel catártico para el artista, permitiendo explorar horizontes musicales nuevos que en sus bandas no pueden abordar. Precisamente por ello algunos son tan interesantes como el que hoy nos ocupa.

Landon Tewers es el vocalista de The Plot in You, banda estadounidense de cierto renombre en su género, que practica un metalcore muy ortodoxo y melódico. En 2015 no conocía ni al artista ni a su banda, de manera que llegué a AI640 sin poder realizar un juicio previo, afortunadamente. Y digo bien ya que el estilo que practica habitualmente Tewers no suele llamar mi atención y bien podría haber pasado por alto esta pequeña joya. Se trata de un proyecto conceptual, que narra una historia a través de EP de no más de veinte minutos.

AI640 ptI. retrata la creación de una inteligencia artifial robótica que logra escapar del laboratorio en el que fue creada. Durante su huida se horroriza ante las miserias de la raza humana y decide acabar con tantas vidas como sea capaz de arrebatar.

En AI640 ptII. la inteligencia artificial encuentra a una persona de nombre Jane, forjando un vínculo que llevará a replantear su programada matanza de humanos. En 2020 se lanzaba AI640 ptIII., l aparente último capítulo de esta historia que, como no podía se ese otro modo, tiene un final abrupto y violento.

En lo concerniente a la música, trataremos los tres EP como uno solo. Si bien la fórmula sigue cierta evolución, sigue unas premisas muy similares y bien podría considerarse la trilogía como una sola obra.No se puede negar que sus raíces están firmemente ancladas en el metalcore, pero más allá de estos cimientos todo lo que compone está construcción es especial y resuena con fuerza y frescura.

Nos encontramos con un estilo muy oscuro y violento, prescindiendo de los pasajes tan melódicos y las armoniosas voces claras habituales del género, reflejando a la perfección el caos provocado por el protagonista, que tiene influencias claras de otros estilos. Encontramos riffs chirriantes al estilo de Korn, breakdowns y pasajes machacones típicos del metalcore, aderezos electrónicos aquí y allá y ritmos cadenciosos que nos sitúan en lugares próximos al nu metal y el nu metalcore.

Vocalmente Tewers desarrolla un trabajo impresionante, alcanzando prácticamente todo el espectro de registros posible, desde el susurro, la narración, el gutural con diferentes profundidades y el grito. La variedad es tanta y tan bien ejecutada que podemos evocar nombres muy conocidos. Cuando las palabras sson esculpidas atropelladamente, a medio camino entre lo gutural y lo rasgado, escuchamos algo de Corey Taylor en Slipknot. Alzando el tono hasta un grito agudo rememoramos a Sam Carter de Architects, mientras que descendiendo a resonancias mucho más cavernosas puede recordar a CJ de Thy Art Is Murder.

Para ilustrar los acontecimientos, además de la versatilidad vocal, las composiciones muestran un carácter cinematográfico que ayuda a sumergirse de lleno en la historia. Mediante samplers de diversos tipos y breves textos narrados que animan la acción en sentido literal, más allá del contenido lírico, que por otra parte es difícilmente inteligible en sus partes más agresivas.

El torbellino de sonidos, efectos y ritmos ofrece una experiencia vertiginosa que, unida a la escasa duración de las canciones (entre dos y cuatro minutos) provoca una sensación de fugacidad realmente frustrante. Tampoco ayuda que la media de lanzamientos de este proyecto sea más o menos de cuatro canciones cada dos años y medio.

Quizá sea éste el precio a pagar por asegurar obras de calidad, que sólo llega a nuestros oídos cuando la inspiración permite alcanzar el estándar de calidad tan elevado que ha mostrado hasta ahora.