Olhava – Ladoga

Por el río sin edad hasta el espejo del Ladoga

Ateneo Ocvlto nos abre sus puertas por primera vez y nos concede audiencia para defender un disco. No hubo ninguna duda en que el elegido habría de ser el que los peterburgueses presentaron el 20 de marzo. Con el título de Ladoga es “una llamada desde la raíz al hombre moderno, un intento de mirar a la vida con el punto de vista de un anciano, desde un prisma de leyenda enfrentado al paradigma cultura actual”. Serio candidato a uno de los discos del año…

тень заблудилась в лесу.
я оказался один.
снег обнимает меня.
воздух, упруго звеня,
шепчет, что смерти нет.

La sombra se perdió en el bosque.
Terminé solo.
La nieve me abraza.
Un zumbido en el aire
susurra que no existe la muerte.

La banda nace en la ciudad de los tres nombres del s.XX, entre el Golfo de Finlandia y el lago que ha cedido el nombre para el disco; San Petersburgo (Санкт-Петербург) fundada por Pedro el Grande en la desembocadura del Neva como puerto del norte y “ventana a Europa“. Capital del imperio ya renombrada como Petrogrado sería sede del Gobierno provisional y del Sovnarkom tras la revolución de Octubre para poco después ser desplazada en favor de Moscú y renombrada a Leningrado. Sitiada en la Segunda Guerra Mundial, la Ciudad Heroica sobrevivió los más duros inviernos de la guerra gracias al “camino de la vida” por el Ladoga helado para volver a resurgir décadas posteriores de nuevo con el nombre de su fundación.

Pero estos breves pasajes históricos no son los que marcan el disco, ni muchos menos. La banda nos señala al este, a recorrer mientras el día se cierra un río sin edad hasta llegar a las orillas de un lago, casi un mar , espejo oscuro en la noche guardando tesoros, secretos y misterios a lo largo de los siglos. El Ladoga ya era autopista para el trasiego de los barcos de varegos nórdicos dispuestos tanto más al comercio que al saqueo (a pesar de la fama), que remontaban el río con los tesoros de Bizancio y los dirhams árabes conseguidos a cambio de artesanía, pieles y protección. Fundaron la primera ciudad de importancia a las orillas del lago (antecesora de los futuros Rus de Kiev y Novgorod) y dotada de nombre, sugieren, a partir del finés Alode-joki (río de las tierras bajas), adaptado a Aldeigja en antiguo nórdico y finalmente Staraya (Vieja) Ladoga por los pobladores eslavos.

Hasta aquí la breve contextualización extraída de wikipedia; quienes esto escribimos tenemos cierta necesidad de elaborar un contexto histórico y cultural para las bandas, de igual forma que tenemos tendencia natural a agruparlas y entenderlas por naciones o entornos geográficos. Y el que procedan de San Petersburgo tiene más importancia de la que podría parecer, no solo porque les sitúa en el mismo escenario en el que ambientan su disco, si no porque llegamos a conocerla interesadas por la escena musical post rusa. Llevábamos años venerando a Kauan, habíamos prestado oídos a Set and Setting; pero no sería hasta que TRNA entró en nuestras vidas con el maravilloso ‘Earthcult‘ que pudimos atisbar el inmenso valor que atesora la escena underground de San Petersburgo.

 

Nuestra adicción a las murallas de sonido y las emociones desbordadas se vería reforzada a base de ir enlazando bandas y proyectos que no solo comparten ciudad, si no integrantes, sellos, productores, giras… Andrey Novozhilov, el fundador de Olhava, es guitarra de TRNA, donde toca Timur Yusupov (que desde el año pasado forma parte de las dos bandas, más Austen y Somn). En Somn milita Mikhail Kurochkin, productor y masterizador de Ladoga.

взойдёт иная жизнь в том тлеющем лесу,
где я искал тепла, покинутый любовью.

Otra vida surgirá en ese bosque ardiente,
donde busqué calor, abandonado por el amor.

Pero no paramos ahí, TRNA compartía gira en 2019 con una banda de post-metal sobresaliente, Show me a dinosaur. Siguiendo el hilo llegamos a la página del sello, Elusive Sound en la que nos descubrieron un maravilloso grupo de shoegaze con mucha guitarra postrock como Blankenberge (directo aquí).

Así que con esta forma nacional, o, en este caso, regional, de organizarnos mentalmente a los grupos y con la herencia del olimpismo imaginamos a Andrey portando las dos anclas de plata y el cetro de oro cimado del águila bicéfala, en los Juegos del post asegurando medallas. Olhava afirma practicar blackgaze; nosotros juzgamos que pueden salir vencedores en categorías más generales como el post-black o el black ambiental, pues tienen la capacidad en un disco como el que nos ocupa de mesmerizar con guitarras profusas, desgarrar en los pasajes de las afiladas sobre base de doble bombo, de emocionar por lo bello de otras melodías más definidas bajo la tormenta y los teclados, y darnos cobijo y paz en el sueño cuando nos adentramos en lo bucólico.

Ladoga es su segundo trabajo de black tras un excelente debut en septiembre de 2019 que sería a primeros de año reinterpretado desde el drone en Never leave me alone. Disponibles todos en bandcamp para escucha completa y compra, Ladoga ha sido editado por Slowsnow Records tanto en CD como en cassette. Es un disco extenso para los tiempos actuales, llega hasta los 71 minutos, y que se estructura en cuatro largos temas separados por pasajes ambientales que, si bien siendo más breves, se les dota de duración y caracter suficiente como para no ser tratados como meros descansos. Escuchados de forma aislada, si en algún momento se desea escapar del ruidismo, resultan excelentes para construir la imagen mental de un disco ideado para ser escuchado en la naturaleza. Nos sirven por tanto de escapismo y de reconexión con lo agreste en tiempos de confinamiento.

так сильно вяжет горечь,
и грудь щемит, как ноет кость

Es tanta la amargura
que el pecho se rompe como un hueso.

Y si deseamos ser arrastrados a una vorágine de sensaciones ardientes, abandonada toda voluntad de resistencia ante la monstruosidad sónica ofrecida; caerán los cuatros temas principales sobre nosotras, abiertos en canal desde un inicio entre alaridos. No tenemos oído entrenado para hablar de matices, para entresacar el detalle en lo interpretado o producido; tampoco memoria (o conocimiento) para referenciar antecedentes o similitudes con suficiente puntería. A primera escucha, nos vamos a algunas de nuestras bandas amadas como Woods of Desolation o Wolves in the Throne Room, y a una de importancia capital como es Inferi. Decir esto si el que lo lee no conoce el proyecto de Fyrdkal no significará nada; para nosotros es vincular emocionalmente este disco con uno de los más importantes de nuestra historia. Es, por tanto, asignar un grandísimo valor a Ladoga y ocurre muy pocas veces; el vínculo surge espontáneo al ser nosotras proyectadas musicalmente en ascenso continuo hacia el asombro..

… de ofrecer cortos repechos de descanso antes de volver a empujarte mientras el mundo en redendor se deshace. Es tantear con el colapso del cerebro al interpolar sonidos; como si viéramos las ruedas de un coche girar hacia atrás cuando el sonido se acumula y empieza a generar artefactos extraños que ahondan la sensación de irrealidad. Es una representación excelsa de lo propuesto por los creadores: Un viaje de la nada a la nada. Es el destino de una persona frente a la eternidad de la existencia

La única pena que sentimos con el disco es no poder tenerlo físicamente aun (mensajería solo para necesidades vitales), y no poder ahondar en las letras como quisiéramos al estar solamente en ruso y en cirílico en bandcamp. DeepL y Google han puesto de su parte, pero solo nos ha servido para ilustrar con unas pocas imágenes, importantes pero no suficientes para nuestro deseo de saber más (de sentir más) con este grupo.

Para ambientación, una vuelta por el Ladoga en piragua

 

O una tormenta:

 

Y un documental sobre la resistencia de Leningrado y la importancia del lago:

 

свет придёт.
свет грядёт.
словно отчаявшись рвать
дерево и тела,
бог обласкает нас.
я возвращаюсь домой.

La luz vendrá.
La luz se acerca.
como si estuviera desesperada por romper
arbol y cuerpos
Dios nos acaricia.
Estoy volviendo a casa

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