Vile creature – Glory!, Glory!, Apathy took helm!
Furioso optimismo
El doom metal es probablemente el subgénero del metal más hermético conceptual y estéticamente hablando. Cuanto más funeral y extremo, más oscuro y pesimista parece. La idea de una música lenta y triste, furiosa desde el tormento interior y enraizada en la desesperanza y el abandono, acompaña a buena parte de bandas del género. Por su supuesto existen excepciones, pero diría que esta idea es casi unánimemente la primera que viene a la mente cuando se habla de doom metal.
El dúo Vile creature parece dispuesto a cambiar, al menos en parte, esta naturaleza. Siendo pareja más allá del proyecto musical, comparten una vida dedicada al activismo por los derechos LGBTQ+, los derechos de los animales y, en general, llevando un mensaje contra cualquier tipo de opresión.
“Sending tons of love tonight to all our trans siblings. You’re wonderful. You’re beautiful. You’re gonna fuck this world up with your art & mind and no one’s ready for it. You deserve happiness. You’re fucking amazing. You’re handsome as hell. Fuck yeah”.
Autodenominando su estilo como “angry queer gloom cult” no deja de practicar un estilo denso y pétreo, pero se advierten ciertos cambios que pueden convertir Glory! Glory! Apathy took helm! en un disco muy influyente para el futuro del género. La propia portada del álbum, que muestra una imagen desagradable con un variedad cromática muy primaveral que recuerda a la estética de Midsommar, ya desvela que algo diferente vamos a encontrar. Quizá en un primer momento no se detecten las sutiles diferencias. Nos enfrentamos con un doom metal denso y oscuro con mucha influencia sludge, pero a medida que avanza la grabación se revela una sutil inversión en la emanación de dicha oscuridad.
Habitualmente el mensaje que se transmite sigue un curso descendente hacia la perdición, pero Vile creature ha logrado imprimir un carácter de contrario y, a pesar de surgir desde un profundo abismo, parece que su camino se dirige a salir de él, no a hundirse en su nada. Es una tarea prácticamente imposible advertir los detalles de esta actitud. Una frase aquí o un riff allá, no existe un ejemplo explícito de positivismo, sino que la energía que irradian es sin lugar a dudas la de un viaje de reparación interior.
Se puede sentir a cada segundo una intimidad expuesta, una exposición de visceral emoción que lo inunda todo, muy por encima de los aspectos técnicos o compositivos. Los gritos de Vic emergen desde las propias entrañas y su defensa de la batería es enérgica e intensa. VK, por otro lado, no se queda atrás derrochando sentimientos. Los fragmentos narrados contienen mucha verdad y su voz limpia es hermosa y doliente.
“Harbringer of nothing”, “When the path is unclear” y “You who has never slept” son auténticos muros sonoros de sludge doom que exaltan las emociones y erizan el vello, imbuyendo en el oyente una sensación de agresividad rebelde. No como el grito resignado de quien se hunde en le negrura, sino el de aquel que está escapando de ella, negándose a aceptar un destino funesto.
“Glory! glory!” supone un cambio abrupto e inesperado que, de alguna manera, no resulta extraño. La florida voz de VK nos adentra en una suerte de dark folk etéreo e íntimo. Un merecido reposo que atempera el ánimo en medio de una larga batalla antes de dar paso a un apasionado final.
“Apathy took helm!” pone fin a este viaje elevando la intensidad en un éxtasis de épica introspectiva. Todas las emociones anteriormente expuestas estallan en una vorágine floreciente de primavera salvaje. El contundente y rabioso doom que encontramos al inicio se funde con la voz serena de VK que termina por desnudar el interior de sus propios creadores.
Vile creature ha creado una obra que con toda seguridad será, a corto plazo, el referente para otras bandas que seguirán su camino. Áspero y oscuro, pero con un carácter luchador y sanador.
Reparación, aceptación, rebeldía.
Quizá no estemos aún a salvo de la vida, pero ahora sabemos en qué dirección se encuentra el oasis.