Lament Cityscape – A Darker Discharge
Oscuro engranaje
Llegué a Lament Cityscape sin conocer su trabajo previo, atraído por su intrigante nombre entre el catálogo del sello alemán Lifeforce Records. No es necesario mayor preámbulo para señalar que fui inmediatamente engullido por una maquinaria sonora chirriante y percutora. Una pesadilla mecánica que congela el ambiente e incomoda al oyente con su propuesta industrial oscura y caótica. Tras un intento de recopilar datos acerca de la naturaleza de esta monstruosidad, encuentro un proyecto del estadounidense Mike McClatchey, diseñador, constructor y perpetrador de este A Darker Discharge.
Sorprende saber que ninguno de los sonidos que componen la grabación proviene de un instrumento. La percusión machacante es programada y sus infinitas capas ofrecen una textura rugosa y árida. De igual manera las guitarras, que aparecen ocasionalmente, han sido creadas en un formato MIDI y tratadas en una suerte de refinería musical hasta alcanzar una sensación fría y distante. Los sintetizadores y la programación dan forma a una infinidad de sonidos, notas, ruidos y texturas que compactan la mezcla hasta convertirlo en un engranaje amenazador y estridente. En último lugar, el trabajo vocal es versátil y ofrece desde un rasgado más agresivo hasta un tono lánguido y distante. Independientemente de ello, siempre aparece un tanto diluida, como si procediera de un cuerpo encajado entre las ruedas, las manivelas y los dientes de una máquina siniestra.
La primera parte del álbum se compone de tres canciones breves y directas. “Ocean of Fuses” comienza con una gran carga atmosférica, calentando motores in crescendo hasta encontrar su verdadero tono industrial, dejando claro que nos vamos a encontrar referencias a NIN o Godflesh, entre otros gigantes del género. “All These Wires” y ”Another Arc” mantienen el tono intenso desde el primer segundo, sin preámbulos, recovecos ni amagos.
“Innocence of Shared Experiences” vuelve a envolvernos en una cápsula atmosférica, con ecos de una suerte de industrial post metal, mostrando que Lament Cityscape también sabe hacer uso de una maquinaria precisa y estilizada. Pero esto es tan sólo un quietud simulada, que explota en “The Under Dark”, cuando los engranajes comienzan a chirriar de nuevo con potencia y la voz surge más ahogada y sintética que nunca. Encontramos un punto medio en “Where the Walls Used to Be” con una profunda textura ambiental que, no obstante, suena cargada de contundencia antes de que “Part of the Mother”, nos sorprenda con un inicio muy punk hasta estallar en un éxtasis de industrialismo barroco.
A Darker Discharge es una obra recargada, intensa y oscura, que se desenvuelve con sorprende agilidad a pesar de su pesada naturaleza y su aspecto denso. La distorsión inquietante y la acumulación infinita de capas se entremezclan con una voz híbrida y una cadencia basada en la contundencia más que en la velocidad.
Lament Cityscape es una oda al óxido, el aceite negro y los dientes metálicos.