Mad Max fury road Black & chrome
Vivo, muero y resucito
Bien cromados y relucientes nos enfrentamos a la que su director considera la versión definitiva de su éxito de 2015. A pesar del tiempo transcurrido desde su estreno, esta película nos traslada a un universo rico y perfectamente representado, gracias al pavoroso trabajo de los distintos departamentos implicados en la producción.
Dicho universo destila fiereza y es verdaderamente inhóspito, pero a su vez la sensibilidad y la veracidad del relato han convertido a esta película de acción en un clásico atemporal.
Sigue sorprendiendo que tras su publicación, fuese multinominada y premiada. Ostentando el mérito de unir el criterio de la crítica y el público.
Creemos que esta hazaña está muy relacionada con el trato humano y el sentido que aportaron al guión, dotándolo de un punto de vista femenino y separándolo de la testosterona reinante en la trilogía original.
Esta sensibilidad se muestra en la cuidadosa composición de planos y también en el montaje desbocado y desmesurado de Margaret Sixel (Esposa de Miller). Su diseño de producción, vestuario y sonido cumplen con nota y aportan mil y un matices a esta trepidante persecución de dos horas. Todos ellos se hicieron con el Oscar de la academia.
Pero vamos con la versión que nos compete, en este Black & chrome, George Miller (Si, el guionista de Babe, el cerdito valiente) consigue de una vez por todas hacer de su visión original un hecho.
Y ya os decimos que si no hubiese sido por los citados éxitos de taquilla y palmarés, nunca hubiese llegado a nuestras manos.
Lanzada en diciembre de 2016, esta edición en blu ray contenía las dos versiones en sendos discos y debemos avisar que en la actualidad está descatalogada.
Es cierto que gracias a este cromado y negro la cinta empasta a la perfección y consigue ser mucho más coherente a nivel global, pero sobre todo a nivel estético. Los antiguos cortes entre secuencias, los pasos del día a la noche y los pocos contrastes de entornos que contiene la película. Consiguen con esta versión trasladar una continuidad desconocida.
Por el camino se han perdido los quemados del desierto o ciertos tonos de color que distinguían a algunos personajes y vehículos. No negaremos que en ocasiones se echen en falta o que incluso resultasen imprescindibles bajo nuestro punto de vista. Ahora bien Black & chrome es de visionado obligatorio para los fans del género de acción, así como una rara avis en particular. Aportando un punto más de delicadeza y honra a esta preciosa producción.
Por último queríamos reseñar que desde el estreno de The artist en 2011 hemos asistido a un renacer del formato en blanco y negro. Películas como Mank de David Fincher o El faro de Robert Eggers han devuelto esplendor y calidad a estas arriesgadas propuestas estéticas.
Tanto es así que muchos han tenido que acudir a las plataformas de distribución actuales para poder llevar a término esta clase de producciones.
Sin embargo y a pesar de ser una brecha insondable para el común de los mortales creemos que estas visiones aportan rigor y una pátina muy apropiada para cualquier tipo de género.