Ancst – Summits of Despondency

Desacato al sistema.

Las situaciones de crisis que afectan a las sociedades modernas poseen características propias del tipo de catástrofe en la que se enmarcan, pero también sirven como amplificador de los problemas estructurales que en épocas de bonanza macroeconómica pasan desapercibidas ante la opinión general. El ascenso de las ideologías del odio y la ultraderecha, junto con las dificultades económicas y sanitarias, ya estaban carcomiendo los cimientos de nuestra sociedad, la diferencia es que ahora son más visibles.

Es por eso que la música de Ancst siempre está vigente, incluso aunque no trate temas de último minuto. Siempre ha habido poderosos y abandonados, víctimas y victimarios, violentos e indefensos, agentes del odio y humanistas. En esta realidad constante, los berlineses siempre enarbolan una suerte de contemporaneidad perpetua.

Fundados en 2011 son una formación muy prolífica, con cerca de dos docenas de trabajos, incluyendo demos, singles, splits, recopilaciones y discos de larga duración. Su fundador Tom S. es el Pilar sobre el que gira el proyecto y a su alrededor han orbitado diferentes artistas sobre la que se ha construido una trayectoria con una base sonora sólida con algunos escarceos más experimentales.

Aparte de Anomaly, que recopila sus obras de dark ambient, Ancst se ha movido siempre en el blackened hardcore y el crust, buscando un sonido más limpio de lo que suele ser habitual. En cierta manera se agradece que bandas social y políticamente comprometidas saquen la cabeza más allá de la línea de lo underground. Sin que ello suponga menoscabo alguno para la necesaria escena alejada de consumo masivo, que los mensajes posicionados contra las ideologías reaccionarias se abran un hueco entre el gran público es importante para normalizar y visibilizar la lucha contra lamúsica al servicio del odio.

Summits of Despondency es el disco con una producción más depurada y limpia y más allá de las consideraciones personales, ello no devalúa su intensidad ni la autenticidad de su origen. El sonido de ella batería contribuye en gran medida a mantener esta sensación de sonido pseudo-raw, resonando con mucha organicidad pese a su procesado moderno.

En líneas generales, el estilo no ha variado en demasía respecto a trabajos anteriores, aunque se advierte una mayor cohesión en la mezcla de géneros. Tanto las guitarras como la percusión varían del black al crust con gran fluidez e incorporan melodías y secciones más cercanos al death e incluso al death melódico. En sus partes más oscuras llegarán a emanar ecos de At The Gates ya desde el inicio en “Kill your inner cop”, mientras que otras más luminosas, como “Denazification”, sugerirán algo de Heaven Shall Burn e incluso encontraremos un punto de post black y post crust, con un claro ejemplo al inicio de “The burden of hope part II”.

Estas referencias no afectan a la crudeza y agresividad, que sigue siendo muy directa y evidente. Ofrece pocos momentos para la relajación, encontrando los más destacados en la instrumental “The burden of hope part I”, el inicio de “Razed Eden” y la atmosférica sección central de “Monolith”. El resto del álbum es pura energía, rabia y actitud combativa aderezada con la dosis exacta de melodía y diversificación estilística. Tanto es así que la intensidad no sólo no decrece, sino que aumenta con el paso de los minutos, finalizando por todo lo alto con “Monotony of anguish” y “Monolith“.

Equilibrado, mostrando la talentosa intuición necesaria para saber cuándo y cómo disminuir las revoluciones, pero manteniendo un ritmo intenso que no decae en ningún momento. Summits of Despondency es un puño en alto, una frente alta, una mirada eléctrica y desafiante clavada en los ojos de la autoridad.

 

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