Dreamstate logic

El universo somos nosotros.

Desde la tierra que enmarca nuestras huellas hasta la línea en la que el horizonte se disuelve en el enigma, cuanto alcanzamos a ver tiene cualidades cuyo lenguaje nos es familiar. Incluso la más extraña de las formas, el color más exótico o el olor más intenso no son más que modificaciones de un algoritmo milenario que nuestro cerebro sabe interpretar, incluso en el desconocimiento. Probablemente sea ésta una de las razones por las que nuestros ojos siempre han estado fijos en el cielo, desde que alguien alzó la mirada para tratar de ver más allá del azul intenso, imaginó hogueras llameantes suspendidas en la oscuridad o sintió el rugir de un yunque tras la furia de la tormenta.

Hoy lo sabemos casi todo del cielo, pero prácticamente nada sobre lo que hay más allá. Nuestra mente sigue maravillada ante la forma más pura de desconocimiento que podemos experimentar. Puede que un universo infinito contenga enigmas infinitos, quizá el no-saber cuántico, la ignorancia astronómica, la ecuación incompleta es el verdadero eslabón que enlaza, incluso más allá de la alquimia subatómica, la eternidad cósmica con nuestro ser-para-la-muerte.

Dreamstate Logic recoge esta fascinación atávica codificando su código hasta transformarla en música. De alguna manera homenajea a una tradición orgánica, en la que el mundo analógico identificaba todo aquello que tenía que ver con el espacio exterior con sintetizadores y artefactos musicales varios, más cercanos a la electrónica que a la informática. No obstante su expresión retrofuturista también resulta modernista y sofisticada, al estilo de la ciencia ficción contemporánea, más sobria y elegante que la típica imagen de la ciencia de grandes maquinarias, cables expuestos y paneles repletos de luces multicolores.

A decir verdad Dreamstate Logic prescinde mayoritariamente del ser humano en su viaje a través del cosmos. Propone una proyección de nuestra propia imaginación hacia parajes estelares, siendo una experiencia en esencia interior proyectada a lugares que nunca un ser humano ha de visitar. Una de las formas que su música adopta es puro space ambient, que como todo subgénero del ambient busca transmitir sensaciones vívidas más que composiciones musicales compuestas de ritmos y melodías.

En el espectro de la música ambiental, Dreamstate Logic resulta más accesible de lo habitual, por su facilidad para conectar con la imaginación del oyente. No se limita a utilizar sonidos monotónicos y texturas etéreas para construir una simulación sonora del espacio. Muy al contrario tiene una arquitectura musical rica y compleja, plagada de recursos y efectos que parten del drone, para cincelar una imagen multicolor, profunda y detallista del cosmos. Es en su segunda propuesta cuando esto se hace más patente. Muchos de sus temas se desarrollan desde lo ambiental hasta explotar en la música electrónica downtempo, psybient e incluso algo de new age. Esta ruptura supone un éxtasis que expande el rango de sensaciones y amplifica las emociones hasta sentirnos como auténticos cosmonautas.

Comparte elementos en común con bandas como Carbon based lifeforms, Aes Dana (no confundir con sus compatriotas), Dystant system o Asura pero también hace uso de sintetizadores que recuerdan  de alguna manera resulta único a la hora de sumergirte hasta la abstracción en las atmosferas que construye.

Las notas sostenidas hasta el infinito, la frecuencia de los sonidos, la manera de combinar elementos y jugar con las capas para evitar la monotonía funcionan, como un resorte que activa los rincones más profundos del cerebro donde se generan las ensoñaciones. Una gran parte de este efecto desencadenante tiene que ver con una visión que huye del antropocentrismo. El temor a la muerte, la angustia existencial o la incapacidad de aceptar nuestra ignorancia frente a los enigmas de la naturaleza, construye una imagen de un universo hostil. Dreamstate logic propone un viaje que trasciende la humanidad, invitándonos a contemplar el universo tal como es y no en función de nuestra relación con él en tanto que mortales circunscritos a una existencia planetaria.

Escuchando su música no se siente el vacío, el frío y la inmensidad como algo peligroso, sino que se presenta frente a nosotros en forma de parajes maravillosos que nunca llegaremos a contemplar in situ. Su obra es un viaje que estimula los sentidos y la mente, tomando el conocimiento científico como materia emocional, nos propone un viaje desde el interior de nuestra imaginación más profunda hasta los límites del universo conocido. Ajenos a la relatividad del tiempo y la expansión del espacio, quedamos suspendidos en el imponente vacío. Como espectadores atemporales recorremos galaxias ignotas, atravesamos multicromáticas nebulosas, nos estremecemos con el misterio de los agujeros de gusano, los torrentes de energía liberados por los cuásares y la muerte y nacimiento de un trillón de estrellas. Durante unos minutos, Dreamstate logic permite desprenderse de nuestra carcasa material para formar parte de un óleo cósmico vivo, que fluye a través del Todo, ajeno a la existencia de la mota de polvo azul que habitamos.

 

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