King Dude – Full Virgo Moon
Vuelve el verdadero rey felón
A primera escucha ya comenzamos a rendir pleitesía a Full Virgo Moon que significa la vuelta de T.J. Cowgill a un sonido “más tradicional”. Un disco grabado y producido al completo por él en solitario en su casa en Seattle y que supone un cambio de escenario respecto a sus últimos trabajos tanto en formato (sin colaboraciones y sin la banda estable que le acompaña en giras) como en lo musical.
Sin desmerecer estos trabajos precedentes, conectamos mucho más con esta fórmula; preferimos al T.J. contrito que al rufián, al comedido y dulce que al embriagado y socarrón. Lo cual no significa que su mensaje pueda seguir siendo igualmente provocador. Dice en el texto de presentación que es una de las voces más incomprendidas del folk al haber sido acusado de todo lo posible bajo el sol; ser un psicópata luciferiano violento y para otros nada más que un borracho, un charlatán y un tonto.
Queremos creer que nosotras hemos desvelado parte de su enigma y que comprendemos a un nivel alter-terrenal lo que representa y siente. Nos lo imaginamos como personaje y persona imbricados de tal forma que uno es inentendible sin el otro. No existe el pecador sin la certeza del ser respetuoso e inimputable, del sátiro sin el enamorado y fiel, del perverso respecto al entregado y bondadoso; por lo que nos vemos capaces de perdonarle cuando toma “confianzas” y se pone faltón.
I’m just a satyr boy for you, my love
A toy for you, my love
Hemos leído alguna crítica que califica al disco como poco definido; cierto, es corto y carece de cohesión de forma que cada canción plantea un espacio músico-discursivo diferente (incluso vocalmente es muy diverso) y lo aceptamos como tal. Destaca para nosotras en la folk-rockera y dulce, con apenas guitarra, ambiente y voz limpia, My rose by the sea (satyr boy). Aplaudimos con el piano, las cuerdas y los ecos de Forgive my sins y la elegimos como tema en el primer podcast de Ateneo Ocvlto. Talonamos con la retro folk Forty fives say six six six entonada como si desayunara cecina con bourbon. Hay neofolk ortodoxo con dobles voces y campanillas en Make me blind, baladas cinemáticas 50’s en Something about you y otra pianística en A funeral song for atheits con voz quejumbrosa. Solo nos ha faltado algún pasaje gruñente clásico.
En las letras ocurre similar y son lo suficientemente generalistas como para que no hayamos llegado a profundizar en demasía; parece haber textos intimistas, otros más prepotentes, dirigidos a molestar a los bienpensantes, a infravalorar a la comunidad satánica establecida actual, a la falta de sentido del ateo enfrentado a la muerte, a dibujar el discurso de un asesino enfrentado al creador…
There is a place that dreams go to die
I know ’cause I’ve been there before
It’s where you took my true love’s life
And where you’ve given me mine
Editado en Ván Records y disponible en bandcamp; iba a ser presentado en concierto en el mes de mayo en la Península pero se tuvo que retrasar y programar para el 23 de octubre en La Boite junto a Otus, y el 24 en Z0W1E de Barcelona con Of the Wand and the Moon (proponemos doblete!).